 
    
Según el obispo Diocesano de Socorro y San Gil, Monseñor Carlos Germán Meza Ruiz, la denominada “Asociación Católica San Miguel Arcángel” , la cual, en varias ocasiones, ha solicitado que se le conceda reconocimiento canónico, me permito informar a la Comunidad Diocesana que dicha asociación no ha sido “erigida, alabada ni recomendada por la autoridad eclesiástica competente” (cánones 298 §2 y 300), y en efecto, “no cuenta con mi aprobación”, pues, considero que no está en verdadera comunión con nuestra Iglesia católica, porque sus enseñanzas y prácticas no son conformes a la doctrina cristiana y a los criterios y orientaciones del Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización (PDRE), adoptado por esta Diócesis. Así lo expresó el prelado en el siguiente Comunicado:
    COMUNICADO A LA COMUNIDAD CATÓLICA DIOCESANA
    Y DEMAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD
    Febrero 20 de 2017
    
    Considerando que es deber del Obispo “defender con fortaleza la integridad y unidad de
    la fe” (can. 386 §2), que “ha de vigilar para que no se introduzcan abusos en la disciplina eclesiástica, en el ministerio de la palabra, la celebración de los sacramentos y sacramentales, el
    culto de Dios y de los santos y la administración de los bienes” (can. 392, §2) y que “debe enseñar y explicar a los fieles las verdades de la fe que se han de creer y vivir” (can.
    386).
    Porque “La Iglesia, a la cual Cristo Nuestro Señor encomendó el depósito de la fe, para
    que, con la asistencia del Espíritu Santo, custodie santamente la verdad revelada, profundice en ella, la anuncie y la exponga fielmente, tiene el deber y el derecho originario, independiente de
    cualquier poder humano, de predicar el Evangelio a todas las gentes, utilizando incluso sus propios medios de comunicación social” (747 § 1). Por tanto, “Compete siempre y en todo lugar a la
    Iglesia proclamar los principios morales, incluso los referentes al orden social, así como dar su juicio sobre cualesquiera asuntos humanos, en la medida en que lo exijan los derechos
    fundamentales de la persona humana o la salvación de las almas” (cánones 747 § 2; 1752).
    En consecuencia, como Obispo de esta Jurisdicción Eclesiástica de Socorro y San Gil,
    habiendo escuchado a varios sacerdotes, párrocos y fieles cristianos, hechas las consultas pertinentes y oído el Consejo Episcopal, ante el malestar eclesial y la intranquilidad que, en algunas
    parroquias, viene suscitando la denominada “Asociación Católica San Miguel Arcángel”, la cual, en varias ocasiones, ha solicitado que se le conceda reconocimiento canónico, me permito informar a
    la Comunidad Diocesana que dicha asociación no ha sido “erigida, alabada ni recomendada por la autoridad eclesiástica competente” (cánones 298 §2 y 300), y en efecto, “no cuenta con mi
    aprobación”, pues, considero que no está en verdadera comunión con nuestra Iglesia católica, porque sus enseñanzas y prácticas no son conformes a la doctrina cristiana y a los criterios y
    orientaciones del Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización (PDRE), adoptado por esta Diócesis.
    Tal como lo he indicado en la carta titulada “Comunicado del Obispo de Socorro y San
    Gil a la Comunidad Diocesana”, de octubre de 2014, cuyo texto ratifico y anexo al presente mensaje, para que nuevamente sea divulgado en toda la Diócesis, advierto e insisto que ningún cristiano
    católico está autorizado para asistir a reuniones o encuentros de espiritismo, hechicería, congresos o sesiones de sanación, liberación o exorcismos, realizados por laicos o, incluso, por
    sacerdotes sin “licencia expresa para ello” (can. 1172) y, en tales casos, ninguno cuenta con mi aprobación ni autorización para realizar esos actos, porque se presta para confusión, abuso y
    división en la comunidad, con serias consecuencias para la fe, la evangelización y la vida sacramental.
    Los fieles cristianos deben obedecer y acatar las orientaciones de sus legítimos
    pastores, evitando participar en actividades y encuentros que pongan el peligro su fe, rechazando todo aquello que no esté en comunión con el Santo Padre, el Obispo, los Párrocos y demás
    sacerdotes de nuestro presbiterio diocesano, teniendo en cuenta que “los fieles deben observar siempre la comunión con Cristo y la iglesia” (canon 209), mediante "los vínculos de la profesión de
    fe, los sacramentos y la aceptación de la autoridad eclesiástica” (cfr. canon 205).
    Confiando en la aceptación de estas orientaciones, coloco bajo el amparo y protección
    de Nuestra Señora del Socorro, a todas las familias que cada día profundizan en el conocimiento, celebración y vivencia de la Eucaristía, “fuente y culmen” de nuestra vida
    cristiana.
    Con mi saludo agradecido y mi bendición pastoral.
    +CARLOS GERMÁN MESA RUIZ
    Obispo de Socorro y San Gil

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